La crisis multidimensional de Malí llegó a su décimo año en 2022 en un contexto marcado por una transición política, cuya trayectoria no está clara con el inicio de las sanciones de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO).
El conflicto continúa azotando a las poblaciones, principalmente del norte, pero cada vez más se está extendiendo hacia el resto del país, con el consiguiente riesgo de internacionalización en una zona, el Sahel, debilitada en extremo.
Como consecuencia de los ataques y amenazas de los grupos armados, los movimientos poblacionales están alcanzado unas dimensiones sin precedentes en la zona, aumentando el número de desplazados y desplazadas hacia espacios que consideran más seguros. Gao es uno de los puntos focales a los que se dirige el desplazamiento, acogiendo la ciudad a miles de ciudadanos y ciudadanas que han salido huyendo de sus hogares, sin nada, dejando atrás su forma de vida. Los continuos atentados mortales, secuestros y asesinatos selectivos están creando un clima de terror y desconfianza entre las comunidades, uniendo a todo ello la hambruna a consecuencia de la crisis alimentaria que sufre el Sahel.
La situación en N’tillit, una de las zonas en las que trabaja MZC y sus socios locales, ha empeorado particularmente en los últimos meses, los grupos yihadistas han tomado el poder a nivel de la comuna y circulan entre Burkina Faso y Malí. El consejo comunal de N’tillit ha dejado la comuna y sus miembros se han desplazado a Gao y a comunas vecinas.
Según las fuentes de la misión de la ONU en Malí, la Minusma, y el equipo de MZC en Gao, el día 12 de enero 2023, el grupo yihadista Estado Islámico (EIGS) y su adversario Al Nostra lanzaron un ultimátum a toda la población de la comuna de Ntillit obligándoles a salir de la comuna en 72 horas. La población huyó hacia Gao, Gossi y Ntahaka. Solo un camión aceptó transportar a toda la población durante los 3 días, haciendo muchas rotaciones para sacar a la gente del peligro inmediato.
Al llegar a Gao, fueron recibidos por el Servicio del Desarrollo Social y de la Economía Solidaria, registrando más de 907 familias (9 977 personas) llegadas. Son de diferentes etnias (tamasheq, songhoi, árabes y mossi del burkina). Las llegadas continúan. La población ha perdido sus medios de subsistencia: ganado, cereales, comercios etc. Los combatientes violentos del Estado Islámico en el Gran Sahara amenazaron a toda persona que intentase regresar a Ntillit a recoger algo de sus casas.
Los desplazados se han instalado en sitios provisionales ocupando terrenos de otras personas y en construcciones no acabadas. Algunos acudirán a familias de parientes o conocidos para compartir lo poco que tienen.
El 4 de febrero de 2023 tuvo lugar un gran movimiento de desplazados desde la zona de Doreye y los alrededores de la ciudad de Gao, tras la exigencia del Estado Islámico del Gran Sáhara, exigiendo a las comunidades del sector de Doreye, en la comuna de N’tillit, círculo de Gao, que abandonen el sector sin demora, y tras haber quemado el mercado, tiendas, depósitos de agua, vehículos y haberse llevado al ganado de la zona de Oussadja, la población huyó, en un intento desesperado por salvar la vida, en camiones desde N’Tillit hacia Gao
La situación de las mujeres y las niñas es especialmente grave, por los excedentes de violencia que los conflictos arrojan y que impactan en ellas de manera severa.
En este momento es urgente intervenir con ayuda humanitaria de emergencia, que abastezca a las poblaciones de comida, agua y refugio. Hay que actuar y hay que hacerlo ya.
Recibimos in video de como ha quedado la aldea de Dorey tras el paso de los grupos GEIS y JNIM: