El proyecto “Juventud Malagueña en alianza con Colombia por una cultura de paz desde el enfoque de género en el marco de los ODS” llega a su fin.

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Ahora que nos aproximamos a las vaciones estivales, cerramos otro ciclo de proyecto en la ciudad de Málaga habiendo cumplido los objetivos que nos proponíamos.

Este proyecto, financiado por el Ayuntamiento de Málaga en su convocatoria de Cooperación al Desarrollo en su modalidad de Educación para el Desarrollo, ha planteado un trabajo continuado a lo largo del curso escolar trabajando con tres centros de secundaria (CPD Santa María de los Ángeles, IES Salvador Rueda e IES Sierra Bermeja) y población universitaria de la UMA.

Su objetivo, que consideramos alcanzado, ha sido el de plantear la capacitación y reflexión sobre la promoción de una cultura de paz con enfoque de género para generar sociedades justas, igualitarias e inclusivas. A través de concetos como Paz Invisible, Paz Imperfecta o Paz Positiva, les participantes del proyecto han podido analizar en profundidad esa palabra que manoseamos continuamente y sus impicaciones en nuestra vida cotidiana. La conclusión es clara: la ausencia de guerra no produce, per se, paz. La paz debemos construirla entre todes generando procesos de diálogo, inclusión de la diferencia, puesta en valor de los DDHH y de la diversidad… Poder abordar el caso colombiano como una referencia internacional en procesos de construcción de paz ha sido profundamente iluminador.

Las diferentes actividades del proyecto han sido realizadas a través de diversas metodologías adaptadas a los distintos públicos con los que se trabajaba: partidas con nuestro juego pedagógico La Plaz Invisible, trabajo con la exposición No habrá paz sin las mujeres en los centros de secundaria, ponencia-encuentro con defensoras de derechos humanos colombianas como Ofelia Castillo de Tierra Matria o Ana González de Amnistía Internacional, o un encuentro online con Casa Ernestina Parra, activistas del municipio de Soacha que facilitan acompañamiento y defensa de los derechos de las mujeres.

Los últimos once meses han supuesto una apertura de miras para todas las participantes y nos dejan la puerta abierta a seguir haciendo este trabajo tan necesario para la construcción de DDHH, feminismos y cultura de paz.