La Trata de Seres Humanos se reconoce como una forma de violencia en las Recomendaciones de la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (1979), en la Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer de la Asamblea General de Naciones Unidas (1993) y en la Plataforma de Acción de Beijing (1995).
De acuerdo con ellas, se puede afirmar, que este delito es una de las manifestaciones y consecuencias de la desigualdad entre hombres y mujeres tanto en las sociedades de origen, de tránsito, como en las de destino. Es destacable el indudable vínculo entre migración y trata. Políticas migratorias restrictivas y excluyentes, canales de migración regular deficientes, trabas para la reunificación familiar y dificultades de acceso al mercado laboral, son situaciones que contribuyen a aumentar la vulnerabilidad de este colectivo en relación a la trata.
Respecto a este punto, el Informe Mundial sobre la Trata de Personas indica que tanto Europa Occidental y como Europa Central son las regiones del mundo donde se registran más víctimas de Trata procedentes de Asia Oriental y África Subsahariana. No obstante, la mayor parte de las víctimas de Trata en Europa Occidental, proceden del centro y sudeste del continente. Este vínculo entre migración intracontinental y Trata, es fácilmente interpretable si tenemos en cuenta las menores dificultades que para una red ilícita supone el traslado de ciudadanas europea, frente al cruce irregular de fronteras.
El género es otro factor importante que determina la probabilidad de ser víctima de trabajo forzoso. Según las estimaciones mundiales de la OIT, alrededor de 55% de las víctimas son mujeres y niñas. A pesar de las medidas de aplicación reforzada contra el trabajo forzoso y la trata de seres humanos adoptadas en los últimos años, sigue siendo una práctica de bajo riesgo y enormes ganancias. Reforzar la inspección en sectores donde existe un riesgo alto de trata de seres humanos con fines de explotación laboral, asociado con un sistema rápido de identificación de las víctimas y de su protección eficaz es deseable, siendo su erradicación una cuestión prioritaria.